-Voz:¿¡No sabes que este lago está maldito!? ¡Suelta esos peces y no morirás! ¿¡No sabes que este lago está maldito!? ¡Suelta esos peces y no morirás!
El pescador no hizo caso de la voz y se fué corriendo de Oitekebori. Después de andar unos metros, el pescador vió a una mujer que paseaba, y esta le dijo:
-Mujer: Por favor, suelta esos koi al lago Otikebori.
El pescador se negó, y entonces, el pescador vió de repente la cara de la mujer...
¡¡ No tenía ni ojos ni boca ni nariz!! Era Noppera-bo.Tanpamuka

Al ver a Noppera-bo, el pescador gritó, tiró los peces al suelo, y se fué corriendo a su casa, huyendo de Noppera-bo. Cuando la mujer del pescador le vió, llegó jadeando a casa. El pescador, horrorizado le dijo a su mujer:
-Pescador: ¡No vas a creer lo que he visto! ¡He visto a Noppera-bo!
-Mujer del pescador: Mmm, Noppera-bo... ¿te refieres a esto?
La mujer del pescador empezó a arrancarse la cara, hasta que su rostro se fué convirtiendo en Noppera-bo. El pescador dió un grito y se desmayó. El pescador cuando se despertó, vió que estaba en un cementerio cercano al lago Otikebori. El pescador divisó una tumba, dónde ¡¡estaba el nombre de su mujer!! El pescador había estado casado con el fantasma de Noppera-bo.
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