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lunes, 27 de enero de 2014

Lo que trae el calor

El mes de Octubre fue el más caluroso de la región, no había llovido desde abril y las cosas se ponían cada vez peor.
Con el calor la gente se volvía más loca y cometía actos atroces que ni en sus cinco sentidos había pensado. Eran las cuatro de la tarde cuando los niños en el parque trataban de divertirse pero el calor era abrumador, estaban tristes y somnolientos. Unos días atrás un niño se convulsiono en pleno juego de policías y ladrones, los demás niños gritaron de terror, los pocos padres que había cuidando a sus niños corrieron en su auxilio pero poco se podía hacer, llegando al hospital en un estado lamentable los doctores le dieron pocas posibilidades de vivir tenia quemaduras graves por estar tanto tiempo en el suelo, luego de algunas horas callo en coma. Cuando lo veían todo perdido y decidían marcharse a un centro comercial, escucharon el dulce sonido del camión de helados. Volteaban en todas direcciones buscando desesperadamente para poder comprar un helado y calmar el calor.

De pronto vieron un auto azul, viejo y con las ventanillas ahumadas; de ahí provenía la canción, de ese vehículo que andaba lento. Los niños pensaron en que era una broma muy cruel así que se levantaron y se dirigieron cada uno a sus casas, solo un niño siguió a ese auto con la esperanza de conseguir un helado; aunque el auto no paraba el niño seguía gritando

– señor! Señor! Quiero un helado! Por favor deténgase! –

Siguió corriendo y gritando hasta llegar a un callejón solitario. El niño no se dio cuenta de donde estaba, vio el auto detenerse y la música apagarse lentamente.

Aun jadeante el niño se acerco con un billete en su mano pero de pronto empezó a sentir miedo al ver como se abría la puerta, ese rechinido era horrendo llevo sus pequeñas manos a sus oídos para taparlos inútilmente, vio como un hombre descendía del auto, era anormalmente alto, su piel era blanca casi pálida con pecas rojas, sus ojos eran de un azul muy claro pero su mirada era de un demente, sus sonrisa estaba compuesta por unos labios muy delgados y dientes enormes y amarillos. El niño quiso correr pero este hombre lo alcanzo con sus largos brazos, entre gritos y lloriqueos el niño luchaba para salvarse pero fue en vano, lo metió en el auto y se fue rápido de ahí.

Una semana buscaron al niño con la esperanza de que siguiera vivo, y cuando daban todo por perdido encontraron el cuerpo de un niño de no más de 10 años, visiblemente torturado, desnudo y con la mandíbula desencajada.

La noticia estremeció por completo a los pobladores, pero al enterarse de lo cruel que fuerón con ese pobre pequeño el horror fue peor. La autopsia revelo que fue violado, y no solo por los medios convencionales; le abrieron agujeros en varias partes del cuerpo mientras estaba vivo, en esas heridas encontraron fluidos que no correspondían con los del niño, le arrancaron los dientes y desencajaron su mandíbula para evitar que se defendiera, le arrancaron los ojos y murió desangrado y aun así fue victima de mas atrocidades.

Los niños que estuvieron aquel día dijeron haber visto un auto extraño con una canción de camión de helados.

Jamás pensaron que eso seria el principio de una masacre que solo involucraba niños, los medios llamaron a ese hombre “El heladero” por como atraía a los niños y por su peculiar manera de actuar.

Jamás lo encontraron, jamás supieron su identidad, ningún registro de ADN coincidió con el suyo, acabo con la vida de 60 niños y niñas.

Pasaron dos meses más antes de que lloviera y ese mismo día dejaron de aparecer niños mutilados, dejo de actuar El heladero. Dicen que cuando hay una temporada de sequía en una región, el aparece. Seduciendo a los niños con su canción y su promesa de un helado y no descansa hasta que vuelve a llover, algunos dicen que es un monstruo disfrazado de humano, otros dicen que es un fantasma o un demonio, otros dicen que es un loco que disfruta del dolor de los niños. Como sea, los niños jamás estarán a salvo porque jamás atraparemos al Heladero.


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